La conversión de energía fotovoltaica a electricidad es bastante sencilla de realizar. Los pasos son los siguientes:

1. Los paneles captan la energía de los rayos del sol y la convierten en energía eléctrica.
2. El inversor convierte la corriente continua que le llega de las placas en alterna, la que usamos en casa.
3. Un contador adaptado permite conocer cuánta energía proviene de las placas y cuánta de la red general (si estamos conectados).
4. Para cuando las placas no estén generando electricidad, estarás conectado a la red de la distribuidora de luz. Así nunca te quedas sin suministro.
5. La luz que te llega entonces será en gran medida limpia y más eficiente.

La corriente alterna que usamos en casa es mucho más segura y sencilla de transformar que la continua. Su descubrimiento e implantación se deben al inventor serbio Nikola Tesla, que logró imponerla sobre la corriente continua de Thomas A. Edison.